Playa malladeta

A las afueras del casco urbano en dirección sur encontramos esta excelente cala con facilidades para estacionar y un chiringuito en el que refrescarnos. Es una cala de roca, no demasiado frecuentada pero encantadora, de aguas y fondos someros y acogedores.

Aunque todo este tramo litoral es visitable os mostraremos el que queda a la derecha del chiringuito según miramos al mar. El acceso es cómodo y nada más entrar al agua destacaran las piedras de medio tamaño profusamente cubiertas de algas rojizas aunque varían su color según la temporada del año, y también de Padiva pavona ese alga blanquecina de aspecto florido.

Este fondo rocoso es un auténtico laberinto para pequeños peces que disfrutan de innumerables refugios. A medida que nos alejamos del litoral van apareciendo zonas del fino césped marino Cymodocea nodosa, que al igual que la Posidonia oceánica es una hierba marina que contribuye a estabilizar el sustrato y sirve de albergue para numerosos peces como la mojarra, el sargo y alevines de julias.

Más adelante acrecen las zonas de arena salpicadas a veces de rocas y bordeadas de grupos de pequeñas piedras donde podremos delatar algún pequeño pulpo bien refugiado.
En la parte opuesta del chiringuito es donde más zonas rocosas encontramos, en ocasiones en forma de plataforma alargada que forman algunas pequeñas cornisas donde es interesante asomarse.
También por aquí surgen manchas de posidonia que se alternan con el sebadal de Cymodocea y que son sobrevoladas por cardúmenes o grupos de salpas y en temporada, sobre todo a finales del verano y principios del otoño, escuadras de ejemplares juveniles de espetones.

Un lugar idónea para venir con niños pues la poca profundidad y la variedad de paisajes y vida les harán disfrutar de un completo paseo acuático.

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